martes, 10 de marzo de 2015

Sensaciones


Hoy vamos aprender un poco de teórica, aquélla que nos aburre tanto, en la que caemos dormidos de aburrimiento y nos importa un carajo...sí, esa.
Porque hoy quiero dedicar mis palabras a un órgano muy importante de nuestro organismo, un órgano de quizás no veamos que sea de gran interés. pero quizás cuando terminemos de leer éste documento cambiemos de opinión y lo veamos desde otro punto de vista: LA PIEL.

Si. la piel, el órgano más grande de todo nuestro organismo, cuya funcionalidad es crear una barrera para protegernos de cualquier ataque tanto físico, como químico desde el exterior. Nos ayuda con la regulación de la temperatura corporal y con la síntesis de la vitamina D, que es esencial para el crecimiento de los huesos.

¿Aburrido? Pues sigamos... Porque creo que éste órgano es bastante significativo en nuestro organismo, ya no solo por sus funcionalidades o de cuántas capas se compone y de las funciones de cada una, sino por sus reacciones ante caricias, roces, cosquillas, etc...

Resulta interesante cómo puede llegar a reaccionar cuando la persona a la que amamos, o que deseamos nos roce con la punta de los dedos, tan sólo por nuestros brazos... haciendo erizar todo el bello corporal, llegando incluso a encogernos el estómago. Entonces le pides a gritos que ese roce se dirija por cada centímetro de tu cuerpo, suplicando que no pare.

Tan sólo échale un poco de imaginación e imagina que esa persona se planta frente a ti, que con un beso hace que te  fundas, y que después poco a poco te va desnudando, despacio, observando cada rincón de tu cuerpo, dejándote tan solo con lo justo, una prenda de ropa interior. Te coge en brazos y te acomoda en la cama. él con sus manos tersas empieza acariciándote la espalda de arriba abajo, lentamente y  a la vez acompaña esas caricias con el roce de sus labios, y notamos su aliento cómo recorre cada centímetro consiguiendo que te  retuerzas de placer, tú sigues pidiendo más, porque no quieres que esa sensación termine nunca, y de la espalda empieza a besarte por el cuello mientras te da la vuelta y sin abandonar las caricias te rodea los pechos con las dos manos creando cada vez más tensión, subiendo la intensidad de las caricias, y sientes como los dos empezáis a respirar más profundamente y de vez en cuando se te escapa un gemido de placer. 


De repente te da un pequeño mordisco en el labio inferior de la boca y os coméis a besos, pero él para... y se dirige a tus muslos... mmm sabes que allí es cuando de verdad empiezas a volverte más insaciable, le pides que no pare, tus piernas se tensan, y quieren cerrarse con fuerza , pero el te lo impide con sus manos, porque ves que ahí no termina todo. Sientes como su lengua se acerca cada vez más a tu zona más íntima, la zona en la que sabe que te va hacer llegar al clímax, y que no vas a poder resistirte... y juega, hace que te retuerzas, va aumentando el ritmo con su lengua, a ti se te acelera el corazón, tus suspiros se convierten en algún que otro gemido, tu temperatura corporal está cada vez más alta, y de repente... una explosión de placer, que hace que te tiemble todo el cuerpo recorre cada centímetro de tu cuerpo, tan sólo dura unos segundos, pero para ti es la mejor sensación que jamás vas a poder experimentar, y desearías que esa sensación durara más tiempo, pero ahí empiezas a relajarte, y necesitas unos segundos para reincorporarte, y saber que después de todo aquello sigues viva...

Y ahora dime... ¿Cómo te sientes? ¿Qué deseas en estos momentos? ¿no desearías que te hicieran a ti lo mismo en este mismo momento? dejándote llevar por el momento, olvidando todo el estrés, imaginando que tan solo existís vosotros dos, que el tiempo no corre... 

Por que al fin y al cabo, aunque cada persona sea un mundo, aunque cada una tenga sus gustos, sus preferencias... nuestro cuerpo está lleno de zonas sensibles, zonas erógenas esperando ser estimuladas, sensaciones que quizás nunca hayamos experimentado, y que tan sólo se trata de dedicar tiempo, cariño, pasión, ir un poco más allá y dejarnos llevar por las sensaciones, por el placer...

Y seguro que con el tiempo, esa dedicación, ver cómo reacciona nuestro cuerpo al darle ese placer, al ser acariciado y al estimular aquellas zonas erógenas que quizás antes desconocíamos, nuestra piel resultará más tersa, brillante, te verás con mejor humor, más alegre, y los ojos tendrán un brillo diferente.

¡Qué narices! 
¡¡Porque a todos nos gusta el sexo y disfrutar de él!!


Así que un consejo, a ti, a esas mujeres acomplejadas de sus cuerpos, que no saben abrirse por miedo a ser rechazadas, a no ser amadas de la misma manera... hay que empezar a dejarnos llevar, y demostrar que detrás de todo ese miedo existe una amante excelente y capaz de ofrecer todo lo que sabe... y más... ¡claro que se puede!







Una loca depravada