Siempre he respetado las decisiones de la vida de cada persona, y siempre he entendido que cada persona ha elegido el camino que ha querido para ser feliz, aunque no siempre haya sido el más adecuado, pero que en ese momento le haya ayudado a seguir adelante, porque no siempre podemos elegir lo que más nos gusta, sino empezar desde lo más bajo, y poco a poco, ir creciendo, tanto de persona como en experiencia.
Es cierto que todos somos diferentes, con puntos de vista que quizás otras personas no entiendan o no quieran compartir contigo, aún así, debemos respetar los pensamientos de los demás.
Vivimos en una época económicamente complicada, eso lo sabemos todos, aunque eso no sea el cien por cien de nuestra felicidad, si cada día nos podemos llevar un bocado a la boca, porque al final es lo más importante.
Nunca he entendido a esa gente que derrocha dinero sin sentido, tan solo por el hecho de que no saben ser felices si no es comprando compulsivamente. Duele decirlo, pero vivimos es un mundo consumista a más no poder, en el que se vuelve más importante algo material, que un sentimiento.
Aún así... respeto que cada uno haga lo que quiera con su vida y su dinero.
También me he dado cuenta de que al ser una época de consumismo y poco sentimiento, nos hemos vuelto frívolos, como si de robots se tratara. Nos despertamos, vamos al trabajo, volvemos a casa nos acostamos... sin atisbo de alegría, o motivación.
Suena triste, pero para muchos es la realidad.
¿Por qué de todo esto?
El mundo del erotismo y del sexo puede resultar fascinante, quizás para algunos es un tema tabú, y para otros un mundo. Para los que lo disfrutan, están las lecturas, películas, festivales eróticos y espectáculos.
Siempre he pesando que las personas más extrovertidas, que disfrutan liberalmente del sexo tanto con su pareja, como con personas ajenas, o incluso parejas liberales, todo este tipo de actos, ayudan a que su vida sexual no se vuelva una rutina aburrida y termine rompiendo esa relación, por la que tanto se ha luchado. Y ya no solo para los más extrovertidos, sino a cualquier pareja que necesite refrescar sus ideas.
Cuántas mujeres han pensado alguna vez en entrar a un club de alterne, y ver cómo trabajan esas mujeres, y pensar: ¡Qué valor! porque todos sabemos que no es un trabajo fácil, ni de lo más admirado para muchas personas. Pero tan solo hay que ponerse en su lugar, pensar en todo el tipo de personas que acuden a esos lugares, la clase de personas que deben de pagar para pasar un buen rato.
No es bonito como las películas nos hacen ver y no es todo color de rosa.
Muchas de ellas trabajarán en esos clubes por necesidades económicas, otras, porque realmente les gusta, y desgraciadamente existen las que están sometidas obligatoriamente por mafias que muchos de nosotros desconocemos.
Luego están los festivales eróticos, donde podemos encontrarnos con actores y actrices famosos del cine porno, donde actúan y demuestran al público sus virtudes y actúan libremente sin censuras.
Quizás para algunos resulte un poco excesivo, para otros morboso... y luego están los que se ofrecen libremente a actuar sin miedos sobre el escenario aunque su actuación no haya salido con éxito. Todo es de admirar. Soy fan!!
Y también están las salas con espectáculos eróticos y porno.
Personalmente tuve la suerte de poder asistir a una, y por esto va mi blog.
Estaba ansiosa por acudir a ese espectáculo, era la primera vez que acudía a un espectáculo como ese, y me daba morbo solo de pensarlo porque iba acompañada de mi pareja.me excitaba la idea de compartir ese momento con él, porque sabía que eso nos iba a volver locos y nos haría volver a la habitación del hotel corriendo.
Empieza el espectáculo.. y la primera chica en salir ya me pareció algo aburrida, sin expresión en su mirada ni en su rostro, pero no quería desilusionarme porque quedaba todo el espectáculo por delante.
La siguiente actuación fueron dos chicas, una me sorprendió por su físico... era fisicoculturista y la otra muy delgada... las dos empezaron a jugar entre ellas, pero de repente les entró la risa... entiendo que a todos nos puede pasar.. pero tampoco creo que fuera el momento adecuado, ya que el morbo de esa actuación era inexistente.
Se termina el número y aparecen varias chicas, todas con sus trajes.. hacen un poco de postureo, se desvisten enseñando sus partes íntimas, y cada una coge un vibrador... empiezan a jugar con él, pero me sigue dejando decepcionada sus gestos, sus caras poco o nada expresivas, y tan solo esperaba el momento de que ese número terminara para que empezara el siguiente.
El espectáculo duraba dos horas, y así como iba pasando el tiempo... más me iba decepcionando, nada era lo que yo había esperado, ni superó el juego de mi imaginación, que volaba más rápido que la luz.
Al terminar el espectáculo.. me resultó bastante frívolo, sin ánimo de los actores, sin motivación ninguna y todo muy forzado. La verdad es que de un lugar tan famoso como resulta ser, pueda llegar a ser un chasco tan grande. Quizás con los años se haya deteriorado, pero ya no es cuestión de tiempo, sino de las personas que de atreven a ofrecer tal espectáculo.
Mi punto de vista es que aquello dejó de ser un gran espectáculo erótico/porno y se ha convertido en un club de alterne con actuaciones. Quizás al que no vuelva asistir nunca más,
Es una pena que algo que puede llegar a ser morboso y sexy... resulte ser un fracaso.
El morbo o el erotismo no se trata tan solo de ver a una pareja delante de tus narices cómo se la mete el chico a la chica y cómo el chico termina corriéndose cara al público, me parece perfecto, pero no suficiente. El erotismo se basa en la expresión de cada persona, en su compenetración entre ellos, en las ganas de cada uno, en que los dos disfruten por igual, que el chico haga correr a la chica, que exista un buen trabajo de manos y lengua, un juego de posturas y por qué no... gritos de placer. Se vuelve todo muy machista...
No digo que sea tarea fácil, y que al final se convierte en un trabajo como otro, pero si eres capaz de realizar un trabajo así.. tan solo es cuestión de darle un poco más de ganas e imaginación.
Una loca depravada