Cuántas veces escuchamos hablar que se nos ha roto el corazón, que ya no volveremos amar de la misma manera, que estamos mejor solos que en pareja por que al final siempre resulta ser lo mismo, que el amor duele, en el amor siempre sale uno de los dos heridos, tengo el corazón hecho trizas, etc...
En temas de amor, tan sólo escuchamos comentarios negativos, y es que todos a cierta edad hemos sido dañados por temas de pareja, antiguas relaciones, tanto por engaños, como por decepciones... razones a muchas por las que nos hayan podido dañar nuestros sentimientos.
Es muy fácil opinar, en momentos calientes lo mandamos todo al infierno y preferimos estar solter@s porque así nos aseguramos de que no vamos a ser heridos de nuevo, y nos envolvemos en una burbuja donde tan solo aceptamos ligues de una noche, o incluso ni eso porque nos encontramos en un momento de nuestra vida en el que tan solo nos importan las personas de nuestro alrededor y buscamos pasar los mejores momentos de nuestra vida, recobrar momentos perdidos con nuestros amigos a los que por un tiempo fueron alejados.
Lo mejor de todo es que siempre sucede, nos apoyamos en nuestras mejores amistades, incluso van apareciendo de nuevas, que nos hacen reír, aprender a disfrutar de la vida sin mirar atrás, haciéndonos ver todo los que nos estábamos perdiendo por tener pareja, porque siempre tendemos a envolvernos en una rutina que al final lo destruye todo.
En pleno auge de esa gran aventura que la vida te está ofreciendo, en lo último que piensas es en volver a enamorarte, porque no deseas que nada cambie y destruya de nuevo todo lo que has vivido y disfrutado hasta este momento, porque la vida es muy larga y siempre hay tiempo para todo. Nos consuela pensar en que somos jóvenes y que hay tiempo para el amor.
Es cierto, nunca es tarde para enamorarse, al fin y al cabo ¿qué importa la edad?. También es cierto que la vida sí está hecha para vivirla y disfrutarla de la mejor manera, porque a todos nos encanta sonreír, tener nuestros momentos de locura, saber que tenemos a personas al lado que nos quieren y nos hacen cometer locuras de las que se convierten en anécdotas, peeeeeero... TODOS!! sabemos en lo más profundo de nuestro corazón que estamos hechos para amar y ser amados, porque fuera de toda esa diversión y locura, existe un pálpito que procede de nuestro corazón, quien nos guía en muchas de nuestras decisiones más importantes, sin olvidar la coherencia (aunque muchas veces no nos importe) y nos hace volver a enamorarnos de nuevo. Y pensamos ¿POR QUÉ? si en este momento no lo necesitas...
Entonces tu mundo sigue su curso, sigues con tu alegría y diversión pero con una diferencia... volcándola sin querer hacia esa persona que ha llamado a tu corazón. Y sucede de nuevo, nos envuelve otra vez aquella ilusión por ver a esa persona, las ganas de abrazarla, de besarla, nos invaden las ganas de compartir nuestra vida con ella y estar a su lado. Y sentimos cómo nuestro corazón recobra de nuevo una ilusión.
Así es la vida... así es el amor, que cuando menos lo buscamos más rápido nos aparece, cuánto más lo buscamos, más huye, y sin esfuerzos, porque cuanto más lo forcemos... nada bueno va a salir de ahí. El amor es cosa de dos y se deja fluir.