¿Qué es el amor?
Que alguien me lo defina... por que ¿ se puede explicar?
1- O tan sólo es un sentimiento, que te repente cambia tu vida, que te miras en el espejo y sonríes al ver que aquella persona que para ti algún día parecía inalcanzable, por fin era tuya, dispuesta a entregarte todo su amor. Te lleva hacer locuras, sin importar nada más.
2- ¿O es amor cuando al estar al lado de una persona, hace que se te erice el bello de todo tu cuerpo y querer poseerla en ese mismo instante? Seguramente ya sé lo que me vas a decir... no, no es lo mismo.
¿Por qué? ¿Qué diferencia existe? Quizás porque al primero le entregarías tu vida entera, sin fecha de caducidad, mostrándole todos tus defectos y virtudes, queriendo conocer todos sus gustos, entregarle toda tu confianza y decirle que no existe nadie más que él.
¿Y qué hay del segundo? esa persona que te hace pasar buenos momentos, cosas que nadie antes te había enseñado, quizás entregándote tan solo un abrazo. Haciendo realidad fantasías que ni tan si quiera tu con tu imaginación habrías imaginado, haciéndote el amor como nadie antes te lo había echo... Entonces te vas a casa y empiezas a dar vueltas a tu mente, recordando ese momento, recordando el olor de su piel, esperando ansiosamente el momento de volver a encontraros... ¿es eso amor?
No creo que exista la diferencia, y si existe, quizás sea mínima, la necesidad de querer estar al lado de esa persona, la necesidad de sentir sus manos sobre tu piel acariciándola, que te susurre cosas al oído mientras te va desnudando... ¿de quién hablamos ahora?
No cabe duda de que nadie es de piedra, y que los sentimientos son fáciles de herir, pero difíciles de complacer en muchas ocasiones.
Quizás nos guste más lo complicado, porque lo fácil no resulta tentador, y aunque lo difícil llegue a estar entre tus brazos, sigue siendo tentador...
Es fascinante ver cómo nuestra memoria recuerda tan solo lo que quiere recordar, y lo que no, se olvida. Vamos a probar: ¿recuerdas qué hiciste el lunes de hace dos semanas?...
Y ahora dime: ¿recuerdas cómo, cuando y dónde fue la primera vez que te hice el amor? es más... ¿recuerdas como me acariciabas?
¿Fácil o complicado? Yo incluso recuerdo el momento en que te cruzaste por primera vez en mi camino... pero no te diré qué hice hace seis días.
Incluso teniéndote a mi lado, sabiendo que tu amor me pertenece, puedo imaginarme fantasías, momentos que al pensarlos me se pone la piel de gallina, y hacen estremecerme.
Imagino que me secuestras, y me llevas en un barco en el que estamos los dos solos. y empezamos a navegar. Llegamos a un lugar donde las vistas son fascinantes, y tú con toda la naturalidad te quitas toda la ropa, y me obligas a seguirte, quitándome lentamente toda la ropa. Y te lanzas al agua, yo con mi timidez te sigo y dentro de un agua cristalina en la que resulta inimaginable bañarse me empiezas a besar...
Sin ser sostenible esa tentación de hacer el amor, me subes de nuevo a tu barco, pero te gusta hacerme sufrir, así que dedicas a me acomodas en la parte delantera del barco y me invitas a una copa de champan. Disfrutando del sol, dejando que sus rayos penetren en la piel nos bebemos la copa en celebración de nuestra libertad de aquel momento, como si el mundo exterior no existiera.
Empiezo a notar cómo esa copa empieza arder en mi interior, y con tan solo una mirada fija en tus ojos te pido que me hagas tuya.
Me coges de la mano y me llevas a un lugar más íntimo, más ... tranquilo para los dos. Y me tumbas de manera que te incorporas sobre mi, y con tus labios empiezas a saborear mi cuerpo. En mi interior siento como una oleada de nervios, calor, con ganas de que me poseas, inquieta, y muchas más emociones que no se describir.
Pero tú te tomas tu tiempo, cuando yo te haría volver loco en tan solo cinco minutos. Aunque la inquietud de tener que esperar también me gusta, así que me dejo llevar...
Y te observo, me encanta ver tus labios cuando besan los míos, me encanta ver cómo disfrutas, y oigo tu voz, oigo como tu respiración se vuelve más intensa, resistiéndote a tus instintos de hacerme tuya en ese momento, pero sin prisa te dedicas a darme todo el placer que nadie más me ha dado.
Cuando por fin te acomodas sobre mi, y sin más resentimiento me haces tuya, siento como tus latidos se hacen más intensos, como tu respiración se vuelve más profunda y tus impulsos empiezan a ser más rápidos. Te pido que no pares, deseo que no pares nunca, y te miro a los ojos, me encanta ver tu expresión en la cara, ver cómo disfrutas del momento.
Pero sin más contemplación el cuerpo llega a su extremo y me aprietas con todas tus fuerzas, me miras, te miro, y me besas con todas tus fuerzas...
Y me abrazas, siento como el sudor recorre tu espalda, y me encanta, qué sensación de libertad...
Quizás me llamarás loca, o quizás sí desearías de verdad cumplir alguna fantasía de la que me ronde por la cabeza, pero para mí lo más importante es que yo sea especial para ti. Que lo nuestro tenga tantas historias con las que poder escribir una biblia... Dejar huella
Vivimos en un mundo loco, y ¿Quién más loca que yo?
Una loca depravada
No hay comentarios:
Publicar un comentario