lunes, 22 de junio de 2015

Déjame que te cuente


Si ahora cogiera y te contara de lo que tengo ganas, de lo que te haría... me llamarías loca depravada, de que estoy mal de la cabeza,  que soy incansable e insaciable...

Todavía no te he dicho de lo que tengo ganas y siento por mi cuerpo un cosquilleo que me recorre todas las venas, lo siento desde la punta de las manos hasta la punta de los pies, como una sensación de ansiedad, y tan sólo me los estoy imaginando... imagina si fuera real...

Todavía no te he dicho una palabra, y me muerdo la lengua, porque aunque nos conozcamos ya de mucho, mi imaginación va mucho más allá, es como un tren sin parada... pillando cada vez más velocidad. No me pidas que te lo cuente, tan solo déjate llevar...

Sigo volando por mi imaginación, mis pulsaciones aumentan su ritmo, y mi temperatura corporal aumenta. Todavía no te he contado nada, y mira cómo me haces sentir...

Llámame loca depravada, voy a dejarte que me llames como quieras, desde lo más cariñoso hasta lo más vulgar, llámame como quieras, pero no dejes que mi cuerpo sufra de ansiedad por sentir tu piel frotándose con la mía... sigue resistiéndote.

Creo que vamos a tener una larga conversación, de aquellas que no necesitan palabras... una conversación muy intensa,  donde las miradas son nuestro vocabulario, y nuestras manos la guía que nos conducen a la lujuria.

Llámame loca, llámame como quieras, pero siento que mi cuerpo ya no puede resistir más... que mi piel reclama cada centímetro de tu cuerpo acariciando el mío... mira cómo se me eriza el bello con tan sólo imaginarte.. no se cómo lo consigues, pero te conviertes en algo esencial para vivir.


Déjame que te hable, pero préstame atención...no me repliques, tan sólo obedece...

Quiero que me susurres palabras al oído, me da igual si son tiernas, cariñosas o sucias... tan solo susúrrame, verás cómo me pongo...

Acaricia cada centímetro de mi cuerpo, primero con tus manos, pero rózala, hazme sufrir.
Luego con tu lengua, y saboréala, porque jamás encontrarás una piel que suplique tanto por ti, será un sabor único, aquél que jamás podrás borrar de tu memoria.

No pares...

¿Oyes mi respiración? agitada, intensa... imagínate cuando por fin entres dentro de mí...

Sigue...

Ahora entra dentro de mi... mira como mi aliento se convierte en gritos de placer, cómo esos gritos dicen tu nombre.. ve despacio, pero no pares... y luego más rápido, más... hasta que tu cuerpo se colapse, hasta que me llenes de ti...

Déjame que te cuente...


No hay nada más perfecto cuando dos cuerpos entienden su propio vocabulario, cuando se compenetran, cuando se encienden como una hoguera, se retuercen de placer el uno con el otro...

Tú haces que mi cuerpo se retuerza, que de mi boca salgan gritos de placer, que de mi piel salgan llagas de tu roce..

A tu lado me vuelvo insaciable... déjame que te demuestre cómo lo hago yo ahora... y te haré retorcer de placer, conseguiré que de tu boca salgan gritos de placer y luego me pedirás más...


                                                       
Ahora sólo quiero una cosa... muérdeme en los labios, para que me vaya con un buen sabor de boca...


                           P.D.  Pensándolo bien... no lo hagas, porque si empiezo, no dejo un trabajo a medias




                               

                                                               Una loca depravada













No hay comentarios:

Publicar un comentario